Flavio Mendoza vive uno de los veranos más agitados de su carrera. El reclamo que le hizo un integrante de la Asociación Argentina de Actores (AAA) en plena premiación de los Estrella de Mar, junto a la guerra que protagoniza con Jorge Rial y a la batalla histórica que tiene con Diego Reinhold, volvieron a ponerlo en el ojo de la tormenta. A través de su cuenta de Facebook, el creador de Stravaganza escribió una carta abierta para contar cómo se siente en estos momentos, donde incluso dejó abierta la posibilidad de un retiro de los medios:
La verdad no entiendo tanto odios de algunas personas, gracias a Dios son sólo unos pocos. Soy un tipo agradecido por todo lo que me pasa en lo laboral y personal: cabrón, muchas veces mal hablado y todo lo que quieran decir, pero por estas horas me tratan de convertir en un monstruo.
Yo podría contestar a uno por uno por qué siguen trabajando, o por qué fueron despedidos, etc, pero sería ponerme a su altura. Para estar donde estoy hoy con tres espectáculos maravillosos y con gente que para mí es la mejor en lo suyo, me costó mucho y cuando digo mucho no fue solo dinero, trabajo y esfuerzo. Hasta descuide a la gente que más amo, y no quiero ser drástico, ni nada, pero soy la cara de Stravaganza y a veces es un precio muy alto.
Escuchar tantas mentiras sobre mí, tal vez sea el momento de tomar un tiempo y terminar con todo por un tiempo largo. No soy millonario, ni mucho menos para dejar de trabajar, pero hoy necesito paz. Traté y trato de dar lo mejor a mis compañías, ya sea en sueldos, vivienda, tratos, etc. Obvio que soy humano y muchas veces se me saltó la chaveta, pero, ¿a quién no?
Siento un dolor enorme. Mis compañeros, amigos y familia me contienen, pero también esperaba un poco de defensa de todas las personas que trabajan en Stravaganza. No que me doren la píldora, sino que cuiden su trabajo. Tal vez para muchos es solo un trabajo, para mi es mi sueño hecho realidad. Sé que hay muchos que me escriben y sienten que es injusto, pero a veces la unión hace la fuerza.
Totalmente desilusionado con Ezequiel Corvalán (N de la R: bailarín de Stravaganza en litigio con la producción) que cuando tuvo problemas personales estuvimos tratando de contenerlo. No creo merecer esto de parte de él, pero entiendo que le prometan hacerse famoso, etc. Yo no me hice famoso por los escándalos, que me pueden a ver ayudado para que sepan quién soy, seguro, pero lo respalde con mi trabajo y nunca corté cabezas para llegar.
Hoy, por un lado, estoy feliz por tener tres grandes espectáculos trabajando al mismo tiempo, lo que nunca paso en nuestro país, con proyectos para sacarlos al exterior y muchas cosas más. Por el otro lado, tengo que poner mi mejor cara y salir a hacer la función como si nada. Es muy injusto todo lo que está pasando, pero yo creo que ya llegue a un límite. Perdón si con mis decisiones perjudico a alguien, pero tengo que pensar en mi salud y en mi familia.
Sin nada más que decir, les deseo a todos que sean felices.