Hubo un tiempo en el que hubiera sido imposible que Viviana Canosa y Luis Ventura compartieran una mesa, pero la magia de la televisión hizo que eso sucediera. La conductora de Zapping y el periodista ya habían hecho las paces en una reunión en la casa de la esposa de Alejandro Borensztein, pero hoy sellaron la reconciliación delante de las cámaras.
A sabiendas de la curiosidad de los chismosos, Canosa comenzó el programa de pie en el centro del piso, saludando al colega invitado que estaba sentado a un costado: "Hoy es un día muy especial. Recién me lo crucé en el camarín. Ustedes saben que fuimos enemigos íntimos, con él y con Jorge. La vida, en mi caso, ha sanado todas las heridas. Fue el hombre al que más miedo le tuve en mi vida profesional, y me gustó darle un abrazo. Quiero que se sienta cómodo, esta es su casa".
Ya en el escritorio a la derecha de Viviana, el director de la revista Paparazzi bromeó: "Si no me siento cómodo, trato de buscar la manera para estar cómodo… Estoy bien. Con todos estos temas que vendiste en el programa, me salgo de la vaina para hablar". Luego de tanta promesa, la ex Intrusos reveló el motivo de su enojo: "Había acabado de ser mamá y Luis había contado que mi ex marido me pegaba. Me angustié mucho porque no era así, estaba muy sensible. Entonces, lo llamé por teléfono".
A su turno, Ventura confesó el insólito motivo de su encono con la otrora colorada: "Recuerdo la portada de la revista Quien, que me volvió loco. Empezabas un programa en Canal 9 y a mí lo que me indignó fue que hiciste referencia a la producción de Intrusos, que son pibes que adoro. Mirá que tontería, pero dijiste que te torturaban psicológicamente porque no te hablaban hablaban. ¡Pero si yo te saludé hasta el último día!".
Al final, cuando Viviana Canosa le preguntó de nuevo si había estado cómodo, Luis Ventura volvió a ironizar: "Me parece que es lo de menos, salió un buen programa. Ja. ja".