Los jugadores de la Selección Nacional dieron todo, pero no alcanzó… Tras la derrota del equipo albiceleste frente a Alemania por 1-0 en la gran final del Mundial Brasil 2014, el pueblo agradeció la garra y la pasión que demostró Argentina en la cancha.
¿Cómo? Saliendo a las calles para festejar el subcampeonato: familias, grupos de amigos y todos los hinchas orgullosos celebraron el segundo puesto en el campeonato. Primero, en el Obelisco (antes de que se produjeran serios incidentes, que dejaron un saldo de más 50 detenidos) y luego en la llegada al país del grupo comandado por Alejandro Sabella.
El avión que transportaba a la Selección desde Brasil arribó al Aeropuerto de Ezeiza a las 10.46 de la mañana del lunes. Allí, los esperaba el micro que los trasladó hacia el predio de la AFA y, ya en el trayecto, fueron ovacionados por miles de personas que los alentaban.
Una vez en el predio, fueron recibidos por la Presidenta Cristina Fernández de Kirchner y se esperaba que los jugadores partieran rumbo al Obelisco para reencontrarse con los hinchas, aunque luego la AFA emitió un comunicado cancelando su presencia. Una verdadera fiesta que comenzó en Brasil y terminó a lo grande en Buenos Aires.