Ramiro Bueno: "Cuando descubrieron la estatua de mi papá sentí emoción y ternura. Se me ablandó el corazón y estoy muy contento. Amo a mi papá".
Aquella noche lluviosa del 24 de junio del 2000, en pleno éxito, Rodrigo Bueno encontraba una rápida muerte.
En un confuso accidente de tránsito en la autopista Buenos Aires-La Plata, quien era el ídolo del momento falleció tras salir despedido de su camioneta y golpearse contra el asfalto. Sin embargo, tal como él mismo lo vaticinó poco antes de su muerte ("cuando me quieran escuchar, pongan un disco mío"), la música del Potro sigue sonando en boliches, fiestas y medios.
A 14 años de su desaparición física, el Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires decidió homenajearlo con una estatua. La obra está ubicada en la puerta del boliche Fantástico, sobre la avenida Rivadavia al 3400 del barrio porteño de Once, donde Rodrigo realizó su primer recital en vivo en Buenos Aires, en 1991.
Betty Olave, mamá del Potro; Ramiro (17), su hijo, con su mamá Patricia Pacheco; Alejandra Romero, su última pareja; José Luis Gozalo y la Tota Santillán estuvieron presentes.
Betty Olave: "Cuánto te extraño, quiero quedarme con vos, Rodrigo, no puedo vivir más, de a poco se me apaga el corazón. Te quiero hijo, no puedo vivir sin vos".
En Infama, Ramiro dijo: "Cuando descubrieron la estatua sentí emoción y ternura. Se me ablandó el corazón y estoy muy contento. Lo amo a mi papá, con Betty lo amamos, es una de las personas más importantes de nuestras vidas. Trato de ver bien a mi abuela, es lo que quiero para ella, yo prometí cuidarla y me quiero hacer responsable de todo lo que le pase a ella. Estoy muy contento de tenerla en mis brazos. A pesar de todo es un momento bellísimo y estoy muy contento".
La mamá de Rodrigo, muy emocionada, agregó: "Hijito, hijito, te necesito, te extraño, 14 años, hijo de mi alma, gracias, me lo devolvió Buenos Aires, hijo, cuánto te extraño, quiero quedarme con vos, Rodrigo, no puedo vivir más, de a poco se me apaga el corazón. Te quiero hijo, no puedo vivir sin vos".