Después de la muerte de Fabián Rodríguez (46), Nazarena Vélez (39) intenta tomar una postura de amor y de paz. Ese estado la llevó a perdonar a grandes "enemigas", como a Flavia Palmiero y Moria Casán.
Su cimbronazo personal también la llevó a querer reencontrarse con Gerardo Sofovich (77) quien fue su gran amigo y con quien luego estuvo varios años distanciada.
"Nuestra relación está intacta, porque cuando el amor es verdadero es imposible que se manche. Vos con tu mamá, con tu papá, con tu hermano te podés pelear, te podés putear y estar un tiempo sin verte, pero el amor está intacto. Cuando nos vimos, después de lo que me pasó a mí con Fabi, nos fundimos en un abrazo y no hicieron falta las palabras".
En el mediodía de este miércoles, la actriz visitó al conductor y ambos reafirmaron su cariño con un almuerzo y un sincero abrazo. "El almuerzo con Gerardo fue increíble porque los dos nos queremos y nos respetamos muchísimo. A la vez fue muy fuerte porque fue la primera vez que me encontraba con él después de lo que pasó con Fabi. Lloré y reí. Pasamos más de dos horas más que agradables. Con Gerardo somos una familia. Yo lo conozco desde mis 14 años y este año cumplo 40. Hablamos de todo, de todo. Nos miramos a los ojos y entre nosotros no hay secretos. El sabe cuando estoy mal, cuando estoy bien, cuando como, cuando no", le confió Nazarena a Ciudad.com.
Lo saliente de la cita fue el intercambio constante de muestras de afecto. Tanto Sofovich como su empleada Esther hicieron todo lo posible para mimarla y lograr que pase un grato momento. "Gerardo está con Esther, que es su mano derecha. Ella es una gran amiga y una gran contención también, que me hizo unos fideos con una salsa riquísima, que sólo ella puede hacer, con un rico vino. Me mimaron y charlamos mucho", agregó satisfecha, al tiempo que compartió algunas imágenes del encuentro en Twitter.
Sin dudas, el almuerzo sirvió para que Vélez y Sofovich vuelvan a valorar su vínculo personal y, capaz, algún día vuelvan a trabajar juntos. "Nuestra relación está intacta, porque cuando el amor es verdadero es imposible que se manche. Vos con tu mamá, con tu papá, con tu hermano te podés pelear, te podés putear y estar un tiempo sin verte, pero el amor está intacto. Cuando nos vimos, después de lo que me pasó a mí, nos fundimos en un abrazo y no hicieron falta las palabras", concluyó.
¡Celebrar la unión!