Consumidores hipermediatizados y una televisión que está repensando estrategias para afianzar la relación con el espectador han hecho de Guapas una experiencia innovadora en torno a sus personajes, que “saltaron” de la televisión a Twitter en convergencia entre ambos medios.
"La idea le ha encontrado una buena vuelta de tuerca a la convergencia de medios. Twitter, en este caso, no habla “de” la ficción desde un afuera (no cuenta, no opina, no adelanta la trama), sino que “es” la ficción actuando desde un complemento continuo".
A medida que se instaló la ficción, cada una de las protagonistas y algunos personajes secundarios han ido activando sus respectivas cuentas en la red social y hasta han interactuado desde allí con escenas de la ficción, una estrategia que sigue la línea de los Web-episodios impulsados por Cris Morena en Aliados.
El lunes, Laura, el personaje de Isabel Macedo, subió una selfie grupal del karaoke en el mismo instante en el que la situación estaba sucediendo en pantalla, y no sólo eso: otro personaje apareció en el bar porque vio ese tweet en la Web. Inmejorable.
El movimiento es múltiple: las Guapas van de la Web a la televisión, de la televisión a la Web; los chats telefónicos se meten en la Tv (con videographs) y además se contestan entre ellas en Twitter. La interactividad de medios está a la orden del día.
Entre otras actividades en la red, la cronista Laura ha interpelado al noticiero de El Trece para que le den un lugarcito en la emisión. “@LauraLuna_4N: ¿Señores @NoticieroTrece, a dónde mando mi cv?”, preguntó en la red. Además, Mónica Duarte (Mercedes Morán) aparece siempre de mal humor y el resto de las cuentas (@meygarciadelrio, @AndreaLuna_1 y @lore_gime) también siguen los rasgos y dilemas de los personajes, en una clara continuidad de un soporte a otro.
La idea representa una buena vuelta de tuerca a la convergencia de medios. Twitter, en este caso, no habla “de” la ficción desde un afuera con otro enunciador (no cuenta, no opina, no adelanta la trama), sino que “es” la ficción misma, actuando desde un complemento continuo.
Se trata de una opción que ha entendido perfectamente al nuevo campo de prácticas de consumo de medios e intercambio de información, que excede la mera expectación televisiva: la televisión empieza a relacionarse y a hablar con otros medios, produciendo una ruptura con el modelo centralizado del tradicional sistema.
Así, el espectador es interpelado por doquier, afianzando el contrato de lectura con el programa y generando más interactividad, en un mundo ávido de dinamismo e hiperactividad.
Las Guapas y sus fans están activos, conectados.