Considerada una de las diosas de nuestro país, Paula Chaves disfruta el idilio de la maternidad junto a la pequeña Olivia. Pero, poco a poco, busca volver a recuperar su figura. Tras subir 32 kilos durante el embarazo, la mujer de Pedro Alfonso ya bajó 24. Y retomó su entrenamiento de la mano de su personal trainer, Martín Venturino.
"Como mucha proteína y verduras, pero no estoy haciendo dieta, porque estoy dando de mamar. Sólo trato de comer menos cantidad".
Divertida, la modelo comentó en Twitter: “Si fuiste mamá hace poco y te clavaste 30 kg. de más, ¡no dudes en llamarlo! @MartinTeEntrena”, junto a una fotografía donde se la ve a full en el gimnasio.
Paula le contó en exclusiva a Ciudad.com detalles de esta rutina de ejercicios que comenzó hace poco y la tiene súper entusiasmada: “Me entreno entre 3 y 4 veces por semana, voy de a poco por la cicatriz de la cesárea. ¡Pero vengo bajando re bien de peso!", confía.
Eso sí, Chaves se da sus gustos y tiene claro que lo más importante es Olivia: “No puedo dejar de comer cosas dulces, pero trato de suprimir las harinas y los chocolates. Como mucha proteína y verduras, pero no estoy haciendo dieta, porque estoy dando de mamar. Sólo trato de comer menos cantidad".
"Voy de a poco por la herida de la cesárea. De los 32kg ya bajé 24 y me faltan nada más 8".
“De los 32 kilos que subí, ya bajé 24, me faltan 8 nada más”, asegura, mientras agradece la ayuda de Venturino, el encargado de organizar sus ejercicios.
El personal trainer explica cuál es el plan a seguir: “Estamos realizando un entrenamiento en base metabólica de alta combustión calórica, otro de corrección postural para prevenir dolencias de madre, y ejercicios de tonificación en base aeróbica, muy dinámico. Todo, teniendo en cuenta principalmente los puntos débiles de mayor acumulación de tejido adiposo de postparto”.
“La idea es bajar de peso y modelar, eliminando detalles críticos de postparto y mejorando tonicidad muscular”, confía Martín, quien alienta a Paula Chaves para que logre su objetivo y vuelva a las pistas. O, mejor dicho, ¡a las pasarelas!