“En los labios me había puesto colágeno y una ex pareja me pegó una piña. Yo tenía los brackets, se me incrustaron los aparatos en la boca y se me infectó todo. Fue un caos”.
En el momento menos pensado, Raquel Mancini confesó en medio de Desayuno Americano que fue víctima de violencia de género. La ex modelo había sido invitada al programa de América en un panel que analizaba casos emblemáticos de cirugías estéticas fallidas, y en ese momento explicó que en realidad el origen de su cambio facial se produjo luego de que su ex pareja le pegara una trompada que le infectó los labios, y que derivó en sus comentados pasos por el quirófano tiempo atrás.
Mientras hablaba de su caso, Mancini confesó: “En los labios me había puesto colágeno y una ex pareja me pegó una piña en ese momento. Yo tenía los brackets puestos, se me incrustaron los aparatos en la boca y se me infectó todo. Fue un caos todo”.
"Estuve cuatro años con él. Primero fue violencia psicológica... Tuve la 'suerte' de engancharme con un enfermo y viví lo que viví. Pensé que lo iba a cambiar, como la madre lo había abandonado... Estaba más enganchada con el tema de cuidarle a los hijos que con él".
De inmediato Martín Ciccioli tomó conciencia de la importancia de la declaración para profundizar el tema, pero Raquel intentó evadir el asunto: "No lo dije en ningún lado, tampoco quería hablar de esto. Yo era muy chica, tenía 22 años, no quería lastimar a mi familia tampoco. No quería lastimar más a nadie… Tenía que usar la protección bucal de los boxeadores porque la silicona de los brackets no me hacía nada”, explicó, justificando la voluminosidad de su boca.
La modelo, que tuvo la mala suerte de fracturarse la pierna derecha en Patinando por un sueño 2008, además se quejó amargamente de la prensa. Es que la polémica foto en la que quedó inmortalizada a la salida de una clínica con la cara hinchada y los ojos rojos, fue en realidad la noche que falleció su abuela materna, que coincidió con la fecha de su propio cumpleaños.
Convencida de que ya se encuentra recuperada, manifestó: "Yo seguí adelante. Lo que no te mata, te fortalece... Estuve cuatro años con él. Primero fue violencia psicológica... Tuve la 'suerte' de engancharme con un enfermo y viví lo que viví. Y no podía salir a los medios... Pensé que lo iba a cambiar, como la madre lo había abandonado... Estaba más enganchada con el tema de cuidarle a los hijos que con él. Me costaba más separarme de los hijos de él que de él mismo".