Desde 1953, con su primera portada presentando a Marilyn Monroe desnuda, la revista Playboy sorprendió alrededor del planeta. La versión argentina no se quedó atrás y por sus páginas pasaron las más grandes estrellas locales: de Susana Giménez a Julio Bocca, junto a Eleonora Cassano.
Pero sin dudas, en su afán de mantener un público cautivo, en los próximos meses, la editorial le quitará las prendas por primera vez a una periodista. Si bien, hay antecedentes internacionales, como la holandesa Nicolette Kluijver (mayo 2010), las licenciadas en comunicación fueron siempre reacias a mostrarse sin ropa en esta publicación.
La elegida por la edición local es nada más y nada menos que Marina Calabró. La panelista de Infama (por América) recibió la propuesta para mostrar sus curvas al desnudo para la edición de marzo. Tras la aparición de "Las mejores colas" (en enero) y la próxima producción con la ex ElectroStar, Dominique Pestaña (en febrero), llegaría el novedoso desnudo de la hija de Juan Carlos Calabró. De no aceptar la oferta final, la reemplazante sería Noelia Ríos (la reciente eliminada de GH2012)
La idea de la editorial es impactar con las próximas playmates y, por eso, los productores salieron a la caza de nuevos cuerpos, tras los muy populares desnudos de Pamela David, Silvina Luna, Victoria Onetto, Evangelina Anderson, Nicole Neumann, María Eugenia Ritó, Belén Francese y Cinthia Fernández, entre otros.
En estas horas, Marina consulta a sus amigos, colegas y familiares qué decisión tomar y se interesa por los efectos colaterales de las fotos. La hermana de Iliana, seguirá durante el 2012 en Infama, se sumará en mayo al Bailando 2012 y espera el estreno de un programa propio en América dedicado al rubro policial.
Si bien la idea es realizar el famoso “desnudo cuidado”, la Calabró menor teme que esto afecte su carrera profesional. Entre los que la apoyan para dar este salto se encuentran su marido Martín y su compañera Marcela Feudale. Entre los que no verían con buenos ojos el tema, están su padre Juan Carlos y su conductor Santiago del Moro.
Marina tiene 38 años, una hija llamada Mía (con su marido Martín Virasoro), es Licenciada en Ciencia Política, con master en Economía y Ciencias del Estado, y un postgrado en Conducción Política. Ahora, tiene la chance de un salto artístico y un nuevo rumbo en su carrera. ¿Se animará?